viernes, 9 de marzo de 2012

Benito Juárez, Francmasón

El Liróforo
Gabriel Velázquez Toledo
Benito Juárez, Francmasón

Dentro de poco se ha cumplir un año más del natalicio de Benito Pablo Juárez García, uno de los más grandes presidentes de México. Hace poco revisando algo de su biografía me encontré con un dato que me pareció sumamente interesante y que expone Wenceslao Vargas: Juárez es el personaje más importante dentro de la masonería mexicana de ayer y de hoy.
El autor del artículo “Juárez Masón Yorkino” acerta al comentar que es frecuente escuchar en las logias que Juárez haya sido el primer presidente masón de nuestra República o que Juárez haya sido el fundador de un Rito Masónico. Pero según Wenceslao Vargas, principal historiador que se ha ocupado del tema, ninguna de las dos afirmaciones es cierta “baste decir que antes que Juárez fueron masones, entre otros, Guadalupe Victoria, Gómez Farías, y la gran mayoría de la veintena de presidentes que le precedieron”.
Salvador Borrego en América Peligra, indica que Juárez “se inició en la masonería cuando era estudiante de leyes en Oaxaca, en 1827 a los 21 años de edad. En la época de Poinsett (1825-29) fue masón del rito yorkino y después habría obtenido el grado noveno (el más alto) en el Rito Nacional Mexicano. El 15 de enero de 1847 (41 años de edad, Margarita Maza 21, cuatro de casados, año de la invasión norteamericana) fue iniciado en este rito en la Cámara de Senadores que a su vez funcionaba como templo masónico”.
Sin embargo nos quedan muchas reflexiones que solventar. Juárez y la masonería fueron atropellados por la “modernidad”, que por muchos años fue impulsada por el PRI en el gobierno y que recientemente los grupos de ultraderecha se han encargado de menoscabar. De eso pocos masones se acuerdan cuando es momento de la foto de aniversario en el parque o monumento.
Más importante que su filiación ideológica es la congruencia con que Benito Juárez se condujo cuando la patria así lo necesitaba. Un hombre que no tuvo miramientos a la hora de otorgar libertades individuales, impulsar las leyes de reforma, reconocer el carácter universal de la libertad de culto y devolver al pueblo lo que por tantos años le fue arrebatado por la religión católica, pero que tampoco estuvo dispuesto a permitir que el extranjero y el cobarde se apoderarán de un país que había sido brindado en prenda a los conquistadores franceses.
Sin duda alguna un hombre de la altura moral de Juárez, que nos representa la consumación máxima del esfuerzo de un hombre humilde que siempre aspiró a alcanzar los lindes del conocimiento y que consiguió logros que muchos hombres “privilegiados” de hoy simplemente denostan porque se contraponen a sus intereses, debería de ofendernos.
Pocos son los hombres que, con una conciencia libre y un espíritu de justicia, luchan por sus ideales, menos aún aquellos que actúan congruentemente, apuntalando sus ideas, palabras y acciones. Y muchos han sido los intentos en los últimos tiempos por minimizar al Benemérito de las Américas, menoscabar sus acciones y reaccionariamente acusarle de ser lo contrario a ellos.
Claro que las instituciones cambian, muchos son los años transcurridos desde que la masonería dejo de ser noticia común para replegarse a sus recintos y continuar en paz con sus actividades. Muchos más desde que los grandes hombres que esa institución forja, dejaron de proclamarse como tales en público. Sin embargo ante los embates de un conservadurismo ramplante que defiende su “autonomía” mediante la violencia ¿con cuanta buena voluntad no pediríamos convertirnos en uno de estos hombres de bien, que tanto necesita la patria?

jueves, 1 de marzo de 2012

Marzo Negro

El Liróforo
Gabriel Velázquez Toledo
Marzo Negro
La serie de protestas que ha originado en el mundo el cierre del servidor de videos en internet “Megaupload”, está dejando ver reacciones que se concatenan, impactándo no sólo mediante la sobresaturación de plataformas de algunas instituciones oficiales, acto mediante el cual pueden extraer información codificada y que comunmente son provocados por inconformes llamados “hackers” o “ciber piratas”, sino además en las redes sociales, que trascienden iniciativas civiles para boicotear los grandes sistemas de consumo.
La sedición social, que se ha creado como respuesta a los múltiples intentos que se han comenzado a gestar para “controlar el internet” (léase Ley PIPA, SOPA, SINDE) bajo el alegato de “piratería” y “conspiración”, dirige sus baterías a la desestabilización de los márgenes de ganancia que las grandes empresas de la música, la televisión y el cine, buscan generar, mediante el boicot al consumo de los productos originales que ofertan.
Dentro del mundo voraz en que nos encontramos inmersos, el ingenio con que fácilmente pueden evadirse los candados con que los grandes dueños del dinero tratan de impedir el consumo “ilegal” de sus productos, revela que la gente está al borde del límite de su tolerancia. La campaña desarrollada en las redes sociales “Marzo Negro” dirige sus baterías al “margen de beneficios” que en razón del informe económico mundial, pretende impactar, manifestando su protesta en el agujero de ganancias que, de ser respetada en su totalidad una convocatoria de esta envergadura, sería observada por todos los gobiernos del mundo.
La defensa de los derechos civiles ha dado un nuevo frente ¿Hasta donde podemos ver, oír o manifestar nuestras inquietudes con el derecho a la libertad, que se ha englobado en el marco de los derechos humanos universales? Muchos gobiernos persiven que, regularmente, las manifestaciones culturales de protesta, llevan intensiones de desestabilizar al sistema, plenamente conscientes de las arbitrariedades que dicho sistema practica. Es por eso que deciden actuar de forma unilateral y prepotente, pretendiendo castigar a aquel que, opinando en contra de desiciones que considera imposiciones, se sale del margen de la “ley”. Es por eso que ahora se pretende establecer un límite a las manifestaciones que se dan libremente en el internet, antes de que se desborde el ejercicio civil del usufructo de sus derechos.
El máximo ideal de una democracia es autoregirse, transportarse al nivel individual de la conciencia. Manifestaciones como “Marzo Negro” nos llevarán a comprender de qué forma estos llamados generales a la desestabilización del sistema económico, puede impactar en las desiciones que los gobiernos mundiales tomen a futuro. Muchos podemos entrever una advertencia: “No se tolerará la presión de ninguna industria a favor de una ley que censura al internet”.
Otra vez estaremos ante medidas de resistencia civil, en el máximo orden y más importante aún, en paz. Los nuevos métodos de presión social, de los que estamos recobrando conciencia, deberían ser tomados en cuenta en razón de ser más importante la libertad y soberanía, que la imposición y el autoritarismo. Lo único que lograrán provocar con la aplicación de leyes de veto de contenidos, será una polarización entre los grupos privilegiados y el pueblo.
El consumismo es un juego de dos, el que vende y el que compra. Sólo que ahora quien compra no está tan a gusto navegando entre programaciones mediocres y sin contenidos. Queremos más y mejor. Y ya vendrán los tiempos en que el internet se encargue de conducirnos por más y mejores universos virtuales, de lo contrario movimientos como la primavera árabe y los ocupas en Estados Unidos, serán cada vez más recurrentes.