jueves, 31 de mayo de 2012

Plan #YoSoy132 En la Universidad Autónoma de México, más de 50 universidades de todo el país acudieron a la asamblea del movimiento 132. El manifiesto que han lanzado es muy claro: no más simulación. Lo que en algún momento se tomó como apatía, resurge ante la indignación de ser menospreciados en su capacidad crítica. Miles de universitarios en revelaciones pacíficas, buscando imprimir el cambio que durante muchos años otras generaciones no pudimos crear, son el resultado. Y es que gracias a las redes sociales el fenómeno tan temido por los poderosos se materializa, la exhibición de sus abusos y privilegios auto concedidos. Para prueba, los yupis que se muestran en el facebook con cinismo despilfarrando los recursos que de forma sobre entendible han sido arrebatados del erario. Hace algunos días estudiantes chiapanecos se manifestaron en apoyo al movimiento #YoSoy132. La legítima marcha de conciencia ciudadana, se encontró con provocadores profesionales que intentaron sabotearlos al más puro estilo de los viejos regímenes. No contaban con que los jóvenes irían preparados. Cientos de cámaras dieron cuenta de los actos de provocación, las piedras envueltas con camisas, de las características particulares de los provocadores (cabello muy corto, complexión robusta), todas las imágenes fueron exhibidas por quienes en otros tiempos fueron víctimas de la represión. Bienvenido el 5° poder, el internet. Cientos, miles de conciencias despiertan al unísono, porque han visto la oportunidad de cambiar las actuales condiciones. No es un movimiento político, sino legítimamente social, que está exigiendo accionar las posibilidades. No se trata de que gane un candidato, sino que ganemos las libertades que como pueblo hemos dejado pendiente, muy ocupados en sobrevivir. Graso error será provocar con actos de desestabilización a los estudiantes que se rebelan en contra de la manipulación informativa, pues sabrán dar cuenta inmediata de todos los actos con se pretenda acallarlos e intimidarlos, exhibiéndolos ante la opinión pública, donde la indignación ha rebasado con creces los parámetros convencionales de enajenación. Nunca más nadie podrá decir que las voces de los jóvenes no se levantan. Ahora será necesario que los nuevos gobiernos entrantes tomen en cuenta la capacidad de convocatoria que los medios alternativos tienen, con millones de ciudadanos enlazados a la expectativa de encontrar a los que atentan contra su dignidad e intereses. Habrá cientos, dispuestos a seguir los mecanismos con que poco a poco se transparentan las instituciones, dispuestos a señalar motivos y circunstancias que corrompen los intereses del pueblo. La primera victoria alcanzada es perder el miedo. Levantar la voz para no permitir que el sometimiento vuelva a tomar prisionera nuestra dignidad. “No queremos el viejo régimen” es la voz con que miles de estudiantes, tras la asamblea en las islas de Ciudad Universitaria, sentenciaron a las instituciones como emblema de una lucha que apenas da sus primeros pasos, pero que respira en medio de una Primavera largamente esperada. Comentarios: elliroforo@gmail.com Blog: elliroforo.blogspot.com

jueves, 24 de mayo de 2012

Primavera de México

Gabriel Velázquez Toledo El Liróforo Primavera de México Por fin la educación rinde sus frutos a la sociedad. El pensamiento crítico en miles de jóvenes de todas las universidades del país, se ha puesto de manifiesto en la abrumadora participación crítica que han sostenido en las redes sociales, llevando a un replanteamiento de estrategias tanto políticas, como sociales y hasta comunicativas. Prueba de ello se dio en la cobertura de los medios informativos, de las marchas estudiantiles de pasadas fechas. Las marchas del #yosoy132 ha sido equiparada a con el movimiento del 68. Los especialistas observan cómo los jóvenes han logrado una cohesión, en algo que es de interés para todos, y muchos ven con orgullos que por fin hay un cambio de actitud, un despertar común. La ejecución de las viejas consignas en acciones reales, deviene de la capacidad que los jóvenes de hoy tienen de indignarse. Han visto a sus padres sufrir los estragos de la crisis constante a que es sometida la sociedad y ahora, en ejercicio de sus capacidades intelectivas, salen a manifestarse públicamente, en donde pueda apreciarse su postura de exigir un aumento en la calidad de las instituciones y gobernantes. Ahora un celular es una nueva herramienta de denuncia. Las pruebas de atropellos son exhibidas ante millones de personas, que comparten lo que ven y ejercen una opinión al respecto. Los indicadores digitales que tienen algunas redes sociales, como el twitter, señalan temáticas que se encuentran al instante en el interés colectivo, es precisamente de estas que se han propiciado puntos de acuerdo para actuar. Todos estamos hartos de las burlas de funcionarios y políticos, ellos también, solo que utilizan sus computadoras para desahogar la frustración que les causa y salen a las calles porque han descubierto que los alcances comunicativos del internet, pueden concretarse en demandas de justicia y equidad. Y es que poco a poco veremos un renacer de las conciencias juveniles a mejores expectativas de vida y al ejercicio de derechos, que han mantenido los grupos privilegiados del poder convenientemente sometidos durante muchos años, mediante la enajenación y las limosnas, y que ahora se recobran, como la libertad de expresión. Cada vez cobra más fuerza la importancia de una educación de calidad en el reclamo general de los estudiantes, porque como se ha observado, el manejo de las herramientas tecnológicas se da de su lado y han sabido sacarle el debido provecho. Pronto vendrán a proponerse medios creativos alternos, con los cuales se tendrán ejercicios de interacción y comunicación más eficaces y a la entera satisfacción de quien lo consuma, como parte de una alternativa más. Ese es el mundo de la tecnología que está también a nuestro alcance y que es además un derecho. La ausencia de líderes visibles, de intereses partidistas, de ambiciones personales, le dan una legitimidad al movimiento estudiantil, porque cae en una comunidad de intereses que se encauza con precisión hacia su objetivo, exigir un país mejor. Las demandas son fundadas, todos las hemos experimentado de alguna manera, al ver la devaluación de valores a que hemos sido sometidos gracias a la violencia, corrupción y falta de capacidad de los actores políticos, hoy vemos un relevo que ha aprendido rápidamente a hacerse escuchar. Esta es la nueva era.

viernes, 4 de mayo de 2012

¿Quién gana en el ajedrez? 3

Gabriel Velázquez Toledo El Liróforo ¿Quién gana en el ajedrez? Tercera entrega. Para esta tercera entrega, una vez analizados los trebejos que componen el ajedrez, procederemos a un análisis somero del resto de los elementos que componen al juego, pues estos también connotan conocimientos que se encuentran escondidos debajo de su apariencia. Por ejemplo los colores son la representación del sentido que la lucha entre el bien y el mal, materia contra espíritu, positivo y negativo, puede darse siempre. La alusión a los valores y las inseguridades del ser humano, quien encuentra en sí mismo la partida más grande por jugar, pues este debe aprender a sostenerse en un panorama estratégico, siguiendo planes que sistemáticamente han valorado las posibilidades, es la lección que no todos los practicantes de este deporte intelectual comprenden. Encaminado dicho conocimiento a las mentes que se ejercitan diariamente, tendremos, claro está, a alguien visionario, es decir que utilizará su capacidad de metodizar, para su acción, además de capacitarse para la toma consciente de decisiones y un planteamiento positivo, de aceptar los retos como algo cotidiano, pues la acción mental se desarrolla a medida que se pueden explotar las enseñanzas y reglas del juego, a la vida cotidiana. Así podemos descubrir enseñanzas en el análisis de los componentes del juego, por ejemplo el centro representa el espacio desde el cual se puede ejercer toda la potencialidad de movimiento de las piezas, por eso es una posición privilegiada que siempre los maestros en este arte tratan de proteger. También es necesario comprender las tácticas y estrategias que en el juego se han desarrollado, pues entre jugadores versados, las mínimas ventajas obtenidas en un universo de posibilidades según probabilidades de movimientos, son la mayor de las veces las recompensas más buscadas. La táctica es el intento por ejecutar en el tablero una idea sencilla de corta duración. La estrategia por el contrario es un conjunto de planes que se ejecutan a mediano y largo plazo, mediante la definición de la importancia de sus elementos. El cálculo de variantes concretas sin excesivos errores es esencial para poder jugar a un alto nivel. Se debe recurrir en muchas ocasiones a evaluar las opciones existentes mediante una visión global de cómo va a desarrollarse la partida a medio-largo plazo, desarrollando de esta forma la intuición. El juego también desarrolla habilidades de otras índoles, como anticipar la posibilidad de romper la coordinación de movimientos o desestabilizar ataques con sencillas combinaciones de contraste. Muchas cosas emulan al ajedrez, tanto en el manejo de su dinamismo como el de su estatismo: el deporte, la literatura y la política, pero pocas de ellas podrán ser el producto de un ejercicio inteligente, que cuando se acciona en su conjunto, es la mejor herramienta metodológica para alcanzar una posición ganadora, desde donde provisoriamente se pueden direccionar las acciones desencadenadas al jaque mate. Comentarios: elliroforo@gmail.com Blog: elliroforo.blospot.com

¿Quién gana en el ajedrez? 2

Gabriel Velázquez Toledo El Liróforo ¿Quién gana en el ajedrez? Segunda entrega. En este número daremos cuenta de la forma en que las piezas del ajedrez adquieren un valor simbólico al aplicárseles un estudio de forma con el cual se equipara el sentido que tienen, con una enseñanza aplicable en la vida cotidiana. En la entrega anterior dimos cuenta de algunos elementos que conforman el panorama de este juego ciencia, por lo que proseguiremos a desentrañar algunos de los elementos más básicos que pueden reconocerse en sus piezas. Caballo. Éste es el eslabón de las fuerzas de élite. Como herramienta especializada, puede realizar un traslado en forma de escuadra, que potencialmente aprovecha la lógica de una geometría desestabilizadora. Franquea murallas y puede realizar ataques dobles, sorpresivos por su disposición a ceñirse a decisiones de contraste. Es una pieza que requiere de la capacidad de reacción, ante la valoración de su potencial perfil de ataque y defensa. Alfil. Originalmente significa “el elefante”, que en su forma moderna tomó la equivalencia de un oficial o religioso. Representa de alguna forma la élite educada que llega a una alta jerarquía por su astucia. Sus movimientos son en diagonal, enfrenta flancos y posiciones a través de rendijas que se abren por la forma cuadrada de las casillas, la pieza ayuda a someter desde posiciones lejanas líneas completa de ataque. Torre. Este es un símbolo del movimiento, pues representa la voluntad creadora. En culturas del medio oriente las torres son sustituidas por un carro, o una torre de asalto medieval. Su valor refiere al genio creador, sorprende en el ataque y sostiene la defensa, como la fuerza interior que debe reinar en los artistas e intelectuales que levantan sus abstracciones llenándolas de su propia ciencia. Dama. Emir en el juego árabe, convertido en dama del rey en su versión medieval. Es la mano derecha del rey, su símbolos se reconoce en la irradiación simbólica que sus potenciales movimientos al centro del tablero puede tener, equivalente al genio de la estrella. Es quien mayor capacidad de ataque tiene, pues absorbe en sí las habilidades de un alfil y una torre. Fuerza y astucia que se despliega como un refuerzo en el medio de las acciones. Rey. En el juego es el estandarte de una verdad. El poder real deviene del dominio de esta misma palabra. Lo real o la verdad es la idea que impera en una colectividad. Por eso no muere, solo se somete a su opuesto, por eso al encontrarse sin posibilidades de huir a la amenaza, puede perder completamente su ejército. Así podemos percibir que la depuración de los elementos del juego, llevó a la formulación de reglas que fueron agudizando las perspectivas desde las cuales se hacen los diversos acercamientos. El conocimiento de los valores que pueden contribuir a la formación de un jugador para su vida cotidiana (de lo que se dará cuenta en la tercera entrega, quedó rebasado ante la formalidad que se le fue dando con el paso del tiempo, al grado de la organización de campeonatos mundiales, donde más que las virtudes de los jugadores, se aprecia el ingenio y contundencia de sus jugadas. Comentarios: elliroforo@gmail.com Blog: elliroforo.blospot.com

¿Quién gana en el ajedrez? 1

Gabriel Velázquez Toledo El Liróforo ¿Quién gana en el ajedrez? Primera entrega Si tratamos de entender el significado de los símbolos que en el juego ciencia se manejan desde una antigua tradición, podemos encontrar una lucha permanente entre los elementos polarizados que se predisponen en un tablero de 8x8 casillas. Aún en estas polarizaciones, la jerarquización se da representando aspectos característicos del ente humano, como la fuerza, astucia, precisión, que forzan a direccionar las acciones individuales para conformarse en una unidad mayor, la de la estrategia que lleva a la victoria. Aunque los juegos de tableros y piezas se encuentran en la mayoría de las culturas en el mundo, el ajedrez que conocemos encuentra sus antecedentes más cercanos en la India, donde lo llamaron Chaturanga (cuatro fuerzas), pues las fuerzas militares conocidas hasta el momento en el ejército hindú eran carros de guerra, elefantes, caballería e infantería. EL juego que ilustra una conquista por medio del dominio de posiciones estratégicas, tiene una particular recepción en todo el mundo, al grado del desarrollo de un culto. Antes de emprender una campaña, es necesario comprender algunas cosas, tener una labor del reconocimiento. Si a esto sumamos la proyección de operación geométrica, podremos anteponer movimientos que prevean escenarios, provean autoprotección, mediante la interrelación de las capacidades de cada trebejo que se despliega en el tablero, pronosticando secuencias de movimientos, poniendo en la balanza las consecuencias de acciones emprendidas y la cautela para conducir prudentemente el desenlace de los propósitos a corto, mediano y largo plazo. Pero a más que el desarrollo de algunas habilidades por medio de asumir retos, la disciplina y voluntad vuelven al ajedrecista constante en la suministración de las mismas, el desarrollo de la intuición y los sentidos, se someten a una racionalización, para transformar la abstracción de los símbolos en la objetividad de argumentos depurados por el uso sincrético del lenguaje. En este punto y con el fin de poder desarrollar una explicación del valor simbólico que los trebejos tienen, es ineludible persistir en la necesidad de recuperar los significados primigenios de las palabras, así como el valor con que socialmente se aceptaron dichos símbolos de forma original, y que por la vulgarización de su sentido, han imposibilitado formular perspectivas más apropiadas para componentes del ajedrez. Peón. Cada una de las piezas que componen el entramado, está elaborada a partir de los diversos poderes que componen un estado. En igual número que las de mayor valor (8) para la organización inicial del juego, se encuentran los peones, como el eslabón más débil, en ocasiones sacrificable a cambio de posiciones y la más de veces posiciones estratégicas que sostienen posteriores acercamientos. Estos representan a la fuerza inferior, que avanza con una corta visión y siempre hacia adelante, con la esperanza de transformarle, al llegar a su meta contraria, en una pieza más poderosa o crucial para el triunfo. Si colocamos al ajedrez en una perspectiva ontológica, podemos equiparar a esta fuerza con la de los sentidos. En lo individual cada peón o “soldado de a pie” tiene un ínfimo valor, pero al inicio del juego su posición es infranqueable porque son una misma fuerza, así lo es también su avance organizado. Las certezas en los hombres devienen de la misma forma de la afirmación de los sentidos, las verdades se corroboran y transforman en unificadores de la realidad, del escenario que somos capaces de percibir. En una segunda entrega podremos continuar con el análisis simbólico de algunos elementos que posee el ajedrez, como sus trebejos. Comentarios: elliroforo@gmail.com Blog: elliroforo.blospot.com