El Liróforo
Gabriel Velázquez Toledo
Jazz, la esencia viva del instinto.
Aunque el género musical conocido con éste nombre, es relativamente moderno, vio a luz en los primeros albores del siglo XX en el famoso corredor negro del Missouri, se ha caracterizado a partir de la década de los 40´s por sus genios solistas y su ejercicio intelectual de improvisación musical.
Hasta el siglo XIX, el ejercicio de la música era considerado como una virtud que se le había reservado únicamente a ciertos círculos de intelectuales. La represión sobre la música, llevó como en todas las civilizaciones, a la exploración de lo vernáculo, para suplir la ausencia de elementos estéticos de calidad. La sustitución de elementos rítmicos, acentuados en la base de la sonoridad ritualística de los antepasados Africanos, transformó en unas cuantas décadas, la percepción de la ruptura con los modelos canónicos oficiales.
El irrumpimiento del estilo cadencioso que fusionaba el corazón de la América negra con su entorno y sus instrumentos. Quizá la protesta expresada en la música, tuvo que ver con el nacimiento de la irreverencia, que desató de una cultura que representaba la opresión a sus libertades.
La espontaneidad del género ha sido llevada a grandes niveles, debido al virtuosismo que sus creadores demostraron en medio de un largo camino hacia el reconocimiento, pues no podemos olvidar que en sus inicios, la popularización de esta música se debió en buena medida a los artistas fabricados, que hacían playback.
Actualmente, el Jazz representa la libertad, la música como un juego que nos permite divertirnos y relajarnos como lo propone Charlie Parker, guardar el aliento por una nota aguda guardada por un largo minuto en labios de Lou Armstrong y qué decir de Jhonn Coltrane, que sorprendía por las innovaciones a la música heredada de sus maestros.
Hoy en día, el ejercicio de la improvisación es una de los más degustados por los artistas en general, fomentado en buena medida por éste género musical que a mediados de los años 50´s dominaba ampliamente el panorama intelectual alternativo de la época. De dicho ejercicio se fortalecieron muchas propuestas artísticas de un alto nivel de calidad, por mencionar un ejemplo tenemos al gran escritor argentino Julio Cortázar, quien en su magna obra, Rayuela, nos propone una estructura similar, que desafía los cánones literarios del momento.
Algunos de dichos ejercicios se han consagrado en el panorama musical de nuestra cultura. Películas, videos, y una infinidad de referencias a éste género musical, han enmarcado representaciones de un estilo de vida disipado, envuelto en la genialidad.
La Casa Tomada presentará el próximo sábado 30 de enero, una muestra de esta música, abierta para todo público, con la intención de crear un momento de convivencia en que los músicos puedan dar espacio a una breve interacción con los asistentes, buscando con este tipo de actos, acercar los que se han convertido en los nuevos valores musicales, de los que han derivado una gran cantidad de expresiones modernas, incluida la más famosa de todas, el rock.
jueves, 28 de enero de 2010
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