jueves, 13 de diciembre de 2012

Las Fiestas Saturnalias

Las Fiestas paganas que en la antigua Roma fueron llamadas Saturnalias, fueron importantes festividades declaradas en honor a Saturno, Dios de la agricultura, en algunas ocasiones eran también fiestas decretadas al triunfo importante de un general romano que demostrara al mundo la fuerza del impero. Estas fiestas llegaron a cobrar tanta popularidad, que se conocieron como las fiestas de los esclavos, ya que estos recibían raciones extras de comida, tiempo libre y otras prebendas y favores de sus amos durante 7 días. Se celebraban del 17 al 23 de diciembre, a la luz de velas y antorchas, por el fin del período más oscuro del año y el nacimiento del nuevo, que también dieron en llamar el nacimiento del Sol Invictus, el 25 de diciembre, en el solsticio de invierno. Es importante anotar que las religiones solares, como lo fue la romana y en general las que en occidente se fundaron, consagran muchas festividades al inicio y fin de los trabajos del campo, como ofrenda al orden rector que les había permitido dominar el arte de la agricultura. Poco a poco las formas se refinaron, gracias a la estabilidad de la agricultura, que permitió tiempo libres, dedicado al ocio y la contemplación, que propiciaron un incremento en las ideas. Los jóvenes agruparon fuerzas que sometían a otros pueblos, creando una diferencia entre los jóvenes, criados para ser guerreros, poseedores de la fuerza y el ímpetu, y los ancianos, que se agrupaban para compartir el conocimiento que poseían y resguardarlo. Así se dio origen al sacerdocio, los sabios atribuyeron formas simbólicas a ese conocimiento, con la intención de que perdurase, hasta transformarse en una tradición que se vulgarizó en los usos comunes del pueblo. Los sacerdotes veneraron al sol, dador de la vida que permitía el progreso de la sociedad. El mito del nacimiento de la nueva vida, la primavera, después de un periodo de oscuridad, el invierno, se consagró en los mitos de los pueblos, como una forma de inmortalizar su conocimiento astronómico y el comportamiento de la naturaleza en las diversas fases de las estaciones del año. Eran días de bulliciosas diversiones, banquetes e intercambio de regalos. Las fiestas comenzaban con un sacrificio en el templo de Saturno (en principio el dios más importante para los romanos, hasta Júpiter), al pie de la colina del Capitolio, la zona más sagrada de Roma, seguido de un banquete público. Los romanos asociaron a Saturno el dios prehelénico Crono. Posteriormente, la consagración de ceremonias dirigidas al nacimiento del Sol y su nuevo período de luz, fueron sustituidos por la Iglesia Cristiana. Gradualmente las costumbres paganas fueron asimiladas finalmente por la fiesta que hoy en día se conoce como el Día de Navidad, que aún conserva algunos de sus rasgos más representativos.

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