domingo, 6 de junio de 2010

psicoanálisis y literatura 2

El Liróforo
Gabriel Velázquez Toledo
Psicoanálisis y Literatura
Segunda y última entrega
Lacan busca reinterpretar a Freud a la luz de las teorías estructuralistas y post-estructuralistas del discurso. Considera que lo imaginario consiste en el reino de imágenes donde hacemos identificaciones, pero al hacerlo nos percibimos mal y nos reconocemos mal.
A medida que un niño crece, continúa haciendo identificaciones imaginarias con los objetos. Así se construye el ego, el cual es un proceso narcisista por el cual fomentamos una individualidad unitaria encontrando en el mundo algo con lo cual podemos identificarnos: “sólo cuando el niño reconoce el tabú o prohibición, simbolizados en el padre, reprime su deseo culpable. Este deseo es lo que se denomina inconsciente.
Eagleton describe el proceso del aprendizaje del habla de Lacan de la siguiente forma “Al tener acceso al Lenguaje, el niño aprende inconscientemente que un signo tiene significado sólo porque se diferencia de otros signos y aprende también que un signo presupone la ausencia del sujeto que significa. Nuestro lenguaje es “metafórico” en cierto sentido pues sustituye con su presencia la posesión directa y sin palabras del objeto”.
Además apunta que “el inconsciente no es otra cosa que el movimiento continua y la actividad de los significantes, cuyos significados a veces nos resultan inaccesibles, porque están reprimidos. A esto se debe que Lacan hable del inconsciente como el deslizamiento de lo significado, para colocarse debajo del significante. Como un constante apagamiento y evaporación del significado… que jamás permitirá que se interpreten sus más recónditos secretos”.
La crítica literaria psicoanalista, puede dividirse en cuatro aspectos, según el enfoque del análisis: autor, contenido, construcción formal y lector. En cuanto al análisis del autor, se refiere a la “intención autorial”, en cambio el del contenido, se refiere al comentario sobre las motivaciones inconscientes de los personajes sobre la significación psicoanalítica de los objetos o sucesos que presenta el texto.
Sin embargo, dentro de la relación del análisis que se dirige al autor, hay algo de suma importancia, la transformación del discurso personal en un texto literario. La definición de los elementos que le componen, está directamente vinculado con una interacción, producto de la mente del escritor y su inconsciente, que se empeña en colocar símbolos constantemente. Los lapsus son actos erróneos para la conciencia, en los que se manifiesta una descarga del inconsciente. Para Freud, el lapsus expresa un motivo personal relevante, desconocido para la personalidad consciente. A menudo el lapsus no es obvio y se revela sólo después de una larga cadena de asociaciones. Según Freud “Igual que los sueños, la obra (de arte) toma ciertas “materias primas” (el lenguaje, otros textos literarios, diferentes maneras de percibir el mundo) y los transforma en producto, mediante el empleo de ciertas técnicas.
Finalmente Eagleton sitúa a Norman N. Holland, en el análisis psicoanalista-literario, pues considera la literatura como el “poner en movimiento en el lector la interacción de fantasías inconscientes y de defensas conscientes entre ellas. La obra resulta agradable porque aprovechando medios formales tortuosos transforma nuestras más hondas ansiedades y deseos, en significados socialmente aceptable”.
Terry Eagleton. Una introducción a la teoría literaria. México. FCE.1983.

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