jueves, 28 de julio de 2011

La fotografía y la visión del siglo XXI

Gabriel Velázquez Toledo
EL Liróforo
La fotografía y la visión del siglo XXI

La Historia de la fotografía, podemos suponer, empieza en el año 1839, con la divulgación mundial del primer procedimiento fotográfico funcional: el daguerrotipo. Aunque años antes los experimentos para la obtención de imágenes plasmadas a través del uso de la luz, tenían registros precedentes. Ya en el s. XVI encontramos antecedentes en los estudios alquímicos de la propiedades para oscurecerse con luz de ciertas sales y del uso de la cámara oscura por Leonardo da Vinci.
Durante el siglo XIX fueron muy diversos los métodos que innovaron este nuevo sistema de captación de escenas, empezando por el daguerrotipo y el calotipo. A partir de 1855 triunfó el sistema de los negativos de colodión húmedo, que permitían positivar muchas copias con gran nitidez y gama de tonos. Pero todos eran aún simples sistemas artesanales.
Después de 1880 se usaron placas secas al gelatino-bromuro, que ya no eran artesanales, sino fabricadas por industrias y pronto empezó a usarse el soporte flexible de película de nitrato. Otra aportación importante a la fotografía vendría de George Eastman, quien concluyó el camino a la fotografía instantánea; en 1888 Kodak sacó al mercado una cámara que utilizaba carretes de película enrollable.
Para la llegada de la segunda guerra mundial, el uso de la fotografía dio un giro radical. Ya no sólo era cuestión de coleccionar imágenes o la satisfacción de inmortalizarse en una fotografía. Su ejercicio en el campo de guerra, se volvió una denuncia de los hechos atroces de la guerra y sensibilizó a millones de seres humanos del horror que era capaz de producir.
La fotografía para el último cuarto del siglo XX, se había vuelto tan popular, que era sumamente fácil conseguir una cámara, por lo que las familias enteras empezaron a documentar los momentos que consideraban importantes en su vida.
El siglo XXI recibe a la fotografía, con una nueva innovación, la digitalización de las imágenes, que derivó en el uso de dispositivos modernos y multifuncionales, donde se incluye cámaras de fácil uso y acceso.
Pareciera que su uso común, se ha vulgarizado, las imágenes se captan para cuentas sociales de interacción cibernética, muy populares hoy en día, que manifiestan las nuevas formas de convivencia social, que implican el dominio de herramientas cada vez más sofisticadas.
Las manifestaciones populares gráficas y los medios masivos para difundirlas, son la prueba del estatus que la calidad de las imágenes que se muestran, ya sean por su contenido o técnica, tienen como valor referencial de una persona. Actualmente millones de usuarios de estos nuevos métodos de convivencia, son registrados puntualmente en diarios cibernéticos, en cuyo registro se encuentran imágenes de todo tipo, que manifiestan sus estados emocionales, sentimentales y existenciales. Y para prueba una frase que se ha popularizado entre los jóvenes “nos tomemos una foto para el feis”.
Ahora la fotografía se potencializa, la comercialización de contenidos gráficos son una manifestación de la importancia que las imágenes poseen para la sociedad. Hoy todos podemos crear imágenes y eso ha originado un movimiento orgánico en la juventud, repercutiendo en la búsqueda de la manifestación de sus ideas. La perfección de su ejecución, es responsabilidad de quien se encuentra detrás del lente.

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