viernes, 13 de noviembre de 2009

Chiapas en la revolución

El Liróforo
Gabriel Velázquez Toledo.
La Revolución Mexicana en Chiapas.

1ª entrega.
Desde la adhesión de Chiapas a México en el año de 1824 la participación de la entidad en los asuntos nacionales fue escasa. Esto debido a las condiciones geográficas y económicas que complicaban la distribución sociopolítica en el país.
A partir de la declaración de independencia de la ciudad de Comitán de Domínguez hasta la intervención de una unidad chiapaneca dirigida por Porfirio Díaz en la batalla contra la invasión francesa, toda participación de Chiapas en los asuntos nacionales, era como atestigua la historia, muy pobre.
La intervención de gobernadores como Emilio Rabasa Estebanel (que además de político, fue un escritor notable), colocaron al Estado en un papel más activo en la estructura económica y política del país. Aún así nuestro sistema social es un efecto de la serie de acontecimientos que se dieron durante el primer cuarto del siglo XX, en el que la principal característica de los grupos de poder era el interés mezquino por proteger sus intereses económicos, aún a costa de vetar el progreso en la entidad.
El estallido social desencadenado por la Revolución Mexicana de 1910 pareció detenerse en la frontera chiapaneca. El arribo de militares carrancistas, con la misiva de expandir los ideales de la revolución y buscar adeptos a la causa, puso en alerta a los terratenientes del Estado, por demás muy superiores a las estructuras de un gobierno incipiente que andaba apenas en sus primeros intentos de organización.
Su coalición convirtió a Chiapas en una fortaleza para proteger sus intereses, de tal manera que el impacto de la revolución mexicana en el Estado, fue menor a la de otras entidades vecinas como Veracruz y Oaxaca. Si bien las condiciones de descontento social (debido principalmente a la falta de educación, miseria, hambre, discriminación y negación al progreso), estaban dadas para concretar una revolución, el poder caciquil local se impuso ante la llegada de los ideales de esta, borrándolos del mapa.
No obstante, las luchas internas por el poder político y económico provocaron un mayor aislamiento en la participación activa en la vida nacional. Tiburcio Fernández Ruiz, principal opositor político del gobierno revolucionario, se alió a la división del norte y fue nombrado jefe del movimiento villista en Chiapas por el propio general Francisco Villa. Con este nombramiento, Fernández Ruiz organiza la famosa “División Libre de Chiapas” para combatir abiertamente al carrancismo en la entidad, lo que fomentó una rotación política de los diversos grupos del Estado compuestos por los Altos, Frailesca y Centro.
En la segunda entrega veremos como la rotación del poder y la carencia de ideales de los líderes políticos y hacendados del estado llevaron a éste a un aislamiento de la vida nacional y sus repercusiones en nuestra sociedad actual.
Comentarios: elliroforo@gmail.com

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