jueves, 11 de abril de 2013

Orhan Pamuk: EL novelista ingenuo y el sentimental

El premio nobel de literatura 2006 originario de Estambul, Turquía, plantea en su libro El novelista ingenuo y el sentimental (2012) Edit. Mondadori, la existencia de dos tipos de autores de novelas, aquellos que prefieren sentarse frente a una hoja en blanco y tener un acto no premeditado de creación, en algo que se asemeja a la ingenuidad, pues la ficcionalización de la realidad se da como un acto poco meditado y aquellos otros que calculan el efecto de sus acciones, que incluyen detalles por la sobrada meditación de lo que debe suceder en su narración, a estos les llama sentimentales, pues el proceso interno que desarrollan para poder crear, incluye una serie de actos intelectuales, donde los sentidos se desarrollan al máximo, con la idea de incentivar una sensibilidad, dejando un trazo intelectual que los lectores “modelo” de Umberto Eco, gozan en identificar. Lo cierto es que la literatura se ha vuelto un espectáculo. La novela del siglo XIX sobre todo, no buscaba un centro alrededor del cual pudiera girar una trama. El tema era, en cierta medida, algo a que se llegaba tras la descripción amplia de escenas y ambientes, en los que lo más importante era demostrar la emoción de los personajes en concordancia con todo lo que los rodea. El siglo XX dio paso a un ejercicio completamente distinto, el monólogo y la transformación de la novela que comenzaba a incluir tintes psicológicos y su posterior transformación en momentos que de forma anacrónica juega con escenas cambiantes, hasta develar un todo multiforme que devela el centro temático que Pamuk señala como componente de la novela contemporánea. La afinidad temática garantiza lectores. La literatura de género, se ha contrapuesto a las verdaderas obras literarias por su contenido mismo. Las obras de género (policiaca, psicológica, negra, de aventuras) son las mismas formas que se repiten, las expectativas para obras de este tipo son bajas para los críticos, los esquemas utilizados se ven obligados a incluir revelaciones constantes que complican la trama, de lo contrario la monotonía provocaría la deserción del lector ante el reto de un libro poco atractivo para sus intereses. Por el contrario las novelas que se han encumbrado en el canon literario nos quitan esa comodidad, la sensación de tener todos los elementos de la interpretación a la mano se desvanece. La incursión de estos textos está enfocada a un ejercicio racional que nos conduce a un conocimiento real, lo que Harold Bloom en ¿De dónde viene la sabiduría? Nombra literatura sapiencial es decir, la que por su esencia produce una interconexión con el conocimiento profundo que los seres humanos debemos adquirir, ya sea en forma de una sensibilidad que se adquiere o bien de un aprendizaje práctico referido. La forma en que un escritor se aproxima a su intención de crear una obra, va en relación con sus pretensiones. La creación de una obra trascendental implica un esfuerzo intelectual muy grande, desde la lectura a conciencia de textos, hasta la acumulación de experiencias que se transforman en imágenes. De lo ingenuo a lo reflexivo, la oscilación y búsqueda de un equilibrio es algo que el autor debe reflexionar, para definir de qué lado de la moneda prefiere estar.

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