jueves, 11 de abril de 2013

Entretenimiento Vs Cultura

Recientemente uno de los programas infantiles que más éxitos ha alcanzado en el país por la originalidad de sus contenidos y la forma en que lograron desarrollar una comunidad infantil que a lo largo de los años fue cautiva de un ejercicio inteligente de participación y retroalimentación de quienes lo escuchábamos, fue suspendido del aire. Las razones las conocen los directivos de la cadena estatal de radio y televisión, que seguramente tienen su visión puesta en continuar prostituyendo los espacios públicos en pos de alcanzar los estándares nacionales de mala programación, ausencia de valores y manipulación de la opinión pública. Si un programa infantil es suspendido ¿qué podemos esperar de los contenidos dirigidos a jóvenes y adultos? ¿Debemos creer que el sistema estatal invertirá recursos en películas que sin pena ni gloria pasan por el imaginario colectivo? En las pasadas administraciones claramente pudimos percibir que la cultura fue despreciada, poco a poco las actividades artísticas se vieron mermadas por la falta de recursos, la explosión de las culturas populares cayó en una sistemática prostitución, al grado de querer proyectarle como una moda, lo que en las comunidades es algo más que una necesidad y finalmente los programas de estímulos y becas, aun siendo lanzada la convocatoria y nombrados los beneficiarios, se encontraron con que las partidas destinadas a dichos apoyos se encontraron sin fondos. Hoy el mejor programa infantil, Radio Ombligo, tras más de una década de transmisiones, conciertos gratuitos, talleres y actividades dirigidas a los niños, simplemente fue suspendido, sin una explicación lógica para los miles de espectadores que decepcionados y ahora ansiosos, esperan poder contribuir para que de nueva cuenta se reanuden las transmisiones desde el cerro del Rebote. Es lamentable que al inicio de una nueva administración no se perciban correcciones a los fallidos esfuerzos por crear alternativas de entretenimiento, los programas locales son una copia al carbón de las propuestas de las grandes televisoras que dominan el sistema, donde la imagen que se proyecta es la de los bonitos y bobos, que triunfan por su nimio sentido del humor y vacuidad intelectual, sin existir una serie de valores que se proyecten en la sociedad e impacten de una forma positiva. Esperemos que a esto no se aúnen los que lastimeramente se transformaron en clásicos derroches (innecesarios) en eventos masivos que terminaron por beneficiar a unos cuantos, publicaciones que solamente se allegan a aquellos que se encuentran cercanos a los directivos del Consejo de Cultura, sin pasar por los filtros necesarios de calidad, como sería un comité editorial con el perfil adecuado y un largo etcétera.

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